PALABRA DEL DIA
“Otorga el sentimiento de la plenitud y la recuperación para uno mismo y para los demás a sentirte contento con lo que tiene y a vivir en el aquí y ahora.”
Salmos recomendados: 33, 4, 10, 5, 14, 55, 35
Palabra Clave: Aprende a Cargar Tu Propia Cruz
Cada uno de nosotros tenemos que dar un comienzo a la transformación, ser muy capaz y sobre todo llevar las cosas con mucha calma para mantenernos perfectamente bajo control frente a cualquier resultado del alma.
Cargar con nuestra cruz es un sacrificio de nuestras experiencias y consecuencias del fruto de nuestras vidas, no es un obstáculo como muchos piensan son pruebas que pesan sobre nosotros pero que pueden ser superadas completamente; para todo hay una solución aceptable para cada problema.
Es un desafío que tenemos que afrontar al igual que Jesús cargo con su cruz hasta el final y que consiguió con eso su victoria de la libertad porque afronto todo con mucha fe y la confianza que dio la fuerza suficiente para resistir todo lo que en su camino estaba destinado a él.
Es una fuerza espiritual que debemos llevar con optimismo todas las dificultades de la vida. Todo cargamos con nuestra cruz tanto por fuera como internamente en nuestras almas que nos hace ver la vida solitaria, con miedo, timidez, enfados y recuerdos que se alternan dentro de una persona haciéndolo una persona sombría e inquieta y esto hace que tu visión seria y regular de la vida se refleje en tu cuerpo causando desperdicio de energía.
Todos nos vemos obligado a cargar con nuestra cruz con fuerza para superar nuestras dificultades a regenerarnos uno mismo para comprender los propios errores y pecados; nuestra cruz nos enseña el dolor de nuestros ciclos como enfermedades y heridas etc.…; para que ocurra grandes cambios y una transformación necesaria e indispensablemente para afrontar nuestros errores y hábitos para volver a ponernos en forma providencialmente en equilibrio.
Cargar nuestra cruz es lo correcto para cerrar una puerta y para poder abrir otra que nos dirigirá a los cambios de saber aceptar y procesar nuestros nuevos destinos.
No es un daño moral sino el poder de mejorarte y regenerarte al igual que Jesús cargo con su cruz y sufrió y es por ello que él entendió a los demás a reconocer los errores cometidos por todos en su periodo donde todo fue un desequilibrio, lleno de problemas, decepciones, enfermedades y malos entendidos una experiencia ya vivida por él un ciclo que marca nuestra historia y continua como un sacrificio liberador hacia lo nuevo “el hoy”.
Es igual que afrontar un obstáculo que nos tiende una emboscada y que hay que vencer con nuestro esfuerzo personal, nuestro juicio y nuestro principal objetivo será al final la justicia de nuestra tarea personal y nuestros destinos y nuestra resistencia del peso de nuestra cruz causado por las prueba de la vida.
Aprender a cargar nuestra cruz es la capacidad y la voluntad de afirmarse vencer, luchar con nuestro espíritu por los daños sufridos por nosotros mismos para buscar la solución de nuestra libertad a través de la victoria una lucha hasta el final.
Autor: Carmen Zárraga
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